NO ES PERGAMINO SEÑORA, ES DUBAI
- Juan Cuzzolino

- 1 abr
- 3 Min. de lectura

"Si vas a Pergamino, hay que ver lo que hizo Javier Martínez, la gente de Pergamino vive muchísimo mejor" Dijo Mauricio Macri en una publi-nota con su amigo Eduardo Feinmann.
Según el ex presidente, que ostenta (por ahora) el cinturón de máximo endeudador de la Republica, Pergamino es un Edén bajo el ala del PRO, donde Javier Martínez ha logrado que los pergaminenses “vivan muchísimo mejor”. Hay que recordar que Macri en su paso por la Casa Rosada dejó varias frases célebres como "Los brotes verdes invisibles" o "El crecimiento en el segundo semestre" , entre otros hits.
Lo que sí es cierto, es que es fácil vender en una radio de Capital Federal, en dónde no habrá repregunta alguna, una realidad inchequeable para la mayoría de los oyentes. ¿Pero es una realidad para los pergamineses?
La primera pregunta que surge es ¿Qué significa para Mauricio Macri, "vivir mejor"? y en caso de que cumpla esos estándares ¿A quienes debería alcanzar esa realidad para que cumpla con sus parámetros?¿ a todos o solo "la gente de bien"?

Ahora bien, dejando de lado el "maravilloso mundo de Mauri" y volviendo a la realidad de los simples mortales que tenemos que hacer malabares para llegar a fin de mes, nos hacemos algunas preguntas con anclaje en el día a día: ¿Quién no disfrutaría de un paseo por la ultima cuadra de la peatonal, ese boulevard de lujo donde el aroma a pis de paloma invade los pulmones? O quizás Macri se refiera a la experiencia sensorial completa de esquivar techos que llueven escombros en la terminal, mientras las personas en situación de calle —ignorados y negados por el inefable Paolo Bonano— sirven de obstáculos humanos en este parque temático de la indignidad.

Pero hablemos de los “beneficios tangibles”, como dice el manual PRO. ¿Será el récord de suicidios juveniles, esa epidemia que el municipio ignora el resultado de las políticas maravillosas de la gestión? Mientras Martínez cierra salas de salud —porque, claro, ¿para qué psicólogos gratis si puedes privatizar hasta el dolor?—, Macri nos vende el cuento de la “calidad de vida mejorada”. ¿Mejorada para quién? ¿Para el joven de 21 años atropellado en el terraplén, después de meses de reclamos por las picadas y el descontrol de motos? ¿Para las víctimas de inseguridad? ¿ Para los ex empleados del Bingo que denuncian que hace más de seis meses que buscan trabajo?
Yendo quizás a cosas menos trágicas, ¿en que mejoró Pergamino en los últimos diez años de gestión? ¿ Hay más industrias? ¿ Se generó más trabajo? ¿ Los barrios tienen mejores servicios? ¿Salitas de salud? ¿ Agua en cantidad y calidad? ¿ Hay inversión en infraestructura? ¿Cuántas obras quedarán para la posteridad mas allá del maquillaje? ¿Limpieza? ¿ Más seguridad? ¿Menos impuestos? Sin ir más lejos, ¿Cuánto hace que Martínez no habla públicamente de alguno de todos estos temas? Solamente habla de "rosca" política, logros personales o privatizaciones.
Eso sí, nobleza obliga, las plazas y los negocios inmobiliarios, realizados en su mayoría con fondos públicos y luego privatizados, están todos muy pero muy lindos.
Macri lo celebra como ejemplo de “gestión en serio”, y uno entiende: si el éxito se mide en negocios entre amigos, Pergamino es Dubai.
Hasta el diario local La Opinión, comprado y dirigido por un ex funcionario del municipio, aplaude el espectáculo. ¡Qué coincidencia! Es como ver a Diego de la Vega aplaudiendo las hazañas de El Zorro.

Es entendible el "centro" que le tira el diezmado líder del PRO que pretende enfrentar a Javier Milei pero con una tropa totalmente disgregada: Bullrich que hace rato firmó su traspaso a las filas de La Libertad Avanza, Larreta escindido totalmente, Ritondo en alguna de sus 373 propiedades pensando aún si se queda o se va y Vidal con una imagen por el suelo luego de una gestión desastrosa y más aún después que la causa por los aportantes truchos los hallara culpables, al ex presidente de Boca no le quedan mayores aliados y de ahí el "mimo" para Martínez.

El ingeniero insiste en que su partido tiene “método”. Y vaya si lo tiene: privatizar, negar responsabilidad en sus funciones y percibir al estado como facilitador de negocios para los cercanos. ¿Gestión eficiente? mmm... Al fin y al cabo, en el diccionario de Macri y Martínez, “vivir mejor” significa que unos pocos viven muchísimo, y el resto sobrevive.








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