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EL DESEQUILIBRADO FISCAL

  • Foto del escritor: Juan Cuzzolino
    Juan Cuzzolino
  • 12 jul
  • 3 Min. de lectura
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El desequilibrado fiscal, adicto a los viajes extravagantes por el mundo (pagados con la nuestra) para recibir premios de nulo valor académico, probablemente esta semana hubiera querido estar en Copenhague. No discutiendo leyes ni vetando parches sociales, sino abrigado para paliar el frío nórdico del canal de Nyhavn, copa en mano, viendo auroras boreales mientras suena Libertango de fondo.


En una semana para el olvido, el experimento libertario se sostiene sobre tres pilares endebles y demasiado volubles: el hartazgo con los fracasos del pasado, una campaña persistente de desinformación, y el odio visceral a los kukas. Pero cuando esos tres vectores pierden impulso, lo que queda es la deuda de la tarjeta de la cual según datos oficiales, los argentinos ya no llegan a pagar ni el mínimo en muchos casos.


El "equilibrio fiscal", presentado como el dogma central del credo mileísta, resultó ser más frágil de lo que prometía. Bastó un 7% de aumento a jubilados para que crujieran las bases del ajuste. ¿Cómo puede una política económica autoproclamada exitosa verse amenazada por una corrección que apenas roza la dignidad de los más postergados?


La respuesta es obscena en su claridad: el ajuste no fue contra la casta, sino contra los que no pueden defenderse.


Desde el primer día, el rumbo fue inequívoco: devaluación feroz, liberación de precios para que estos subieran al techo de lo posible y quita de impuestos… pero selectiva. Eliminar el tributo a los Bienes Personales —que significaba el 0,75% del PBI y alcanzaba al 2% más rico— fue el primer gesto del rumbo nuevo gobierno. Mientras se garantizaban beneficios al circulo rojo, se recortaban jubilaciones, salarios y pensiones por discapacidad. El viejo truco: socialistas en las perdidas, meritócratas en las ganadas.


Los resultados están a la vista. Mientras Milei ataca a periodistas, acusa a legisladores y arenga a sus seguidores desde la red social X (ex Twitter), el dólar se escapa, el riesgo país se dispara y el espejismo del superávit se disipa como humo. El "off" de Alejandro Fantino, lejos de un desliz , se convirtió en resumen brutal del presente.


En este escenario, el Senado aprobó —con ausencia del bloque libertario— una serie de medidas de contención mínima: aumentos marginales a jubilaciones, ley de discapacidad y ayuda a Bahía Blanca. Milei respondera según sus propias palabras con un veto presidencial. Y sus bases digitales con algo peor: fantasías golpistas, pedidos de tanques en el Congreso y amenazas solapadas a la institucionalidad. ¿Democracia? esa te la debo, loco.


DE REGRESO A OCTUBRE, MES DE OCTUBRE


La paradoja no podría ser más incómoda para algunos y divertida para aquellos que gozamos de la ironìa: Cristina Fernández de Kirchner, esa figura a la que todo aquel que no la ama la odia sin descanso, un a vez mas tenía razón. El reloj de arena se dio vuelta.


Las variables económicas se deterioran a ritmo constante. ¿Cómo llega este gobierno a octubre, con elecciones de medio término en juego? Con una economía en terapia intensiva y el FMI como respirador artificial.


Argentina le debe al Fondo 65.000 millones de dólares, más que cualquier otro país en su cartera global. ¿Vendrá otro desembolso? Si llega, será para tapar agujeros, no para iniciar ningún ciclo virtuoso.


Caputo, mientras tanto, sostiene el modelo a fuerza de promesas de “confianza” futura. Pero la bicicleta financiera no es plan, es plazo fijo con fecha de vencimiento. Cuando el único “éxito” depende de negar un plato de comida a los jubilados, el relato no se sostiene.


Mientras, el oficialismo encara los próximos meses sin plan, sin acuerdos políticos y con un humor social que muta del fastidio a la furia. El “superávit” no está donde dijeron. El costo del ajuste lo pagaron los de abajo, no los que volaban en jets privados.


El único aliado de Milei es ni mas ni menos que su base de votantes, que todavía resalta la baja inflaciòn pero que cada vez tiene menos argumentos para seguir bancando una situación que si explota en la macro, no tendrá mucho mas hilo en el carretel.



MIENTRAS ESCRIBÌA ESTO ESCUCHÈ: Balada para un loco (Brancaleone), Clara y Negra Murguera (Milo J y Agarrate Catalina), Solo se trata de Vivir ( Nitto Nebia), Libertango, Adios Nonino, Oblivion, Milonga del Ángel, Las Cuatro Estaciones Porteñas (Astor Piazzolla) Cruz Diablo! , Todo un Palo y La Pequeña Novia del Carioca (Patricio Rey y sus redonditos de Ricota)


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